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Las artes marciales llevan al estudiante a un viaje hacia la superación personal de la mente, el cuerpo y el alma. Debido al profundo significado de estas disciplinas, llega un momento en que permean todas las facetas vitales. Por eso sus beneficios son tantos y tan diversos.

El significado literal de las artes marciales

La lucha no es el objetivo de las artes marciales, aunque la palabra “marcial” tiene sus raíces lingüísticas en la palabra latina «martialis» (que se refiere al dios de la guerra en la mitología romana). Pero si atendemos al carácter chino «mu», que se traduce como nada, ningún o sin, obtenemos una conclusión diferente, pues significa «dejar de luchar» o «deponer las armas».

Por su parte, la palabra artes indica habilidad, expresión de belleza o creatividad. Por tanto, la combinación «artes marciales» puede interpretarse en el sentido de poner fin al conflicto de manera hábil. La paz es el objetivo final de nuestra disciplina.

El significado de las artes marciales en la vida diaria

La práctica de las artes marciales lleva al estudiante por un camino hacia una mejor salud mental. Crecemos en confianza, logramos fortaleza mental y desarrollamos el coraje, la tenacidad, la humildad, la compasión y la bondad. Mejoramos nuestro carácter, desarrollando honor, disciplina, integridad, ética de trabajo y respeto.

Al estudiar estas disciplinas, formamos vínculos, pues trabajamos en un ambiente de equipo, y construimos amistades. Independientemente del estatus social, la educación o la riqueza, todos los artistas marciales son iguales cuando se enfrentan a un oponente.

El verdadero significado de las artes marciales está muy relacionado con la superación de los obstáculos de la vida. Los estudiantes desarrollan un tipo de «espíritu guerrero» que los capacita para enfrentarse a las adversidades. Las debilidades se transforman en fortalezas y los miedos se convierten en valor a través de las artes marciales.

Los cuatro principios que rigen las artes marciales

Existen cuatro principios rectores que ayudan a los estudiantes de artes marciales a mejorar su vida diaria.

  • No resistencia: más que pasividad, este principio promueve el trabajo en armonía con la naturaleza. Los estudiantes cultivan la sensibilidad y el discernimiento para fluir naturalmente con las fuerzas de la vida. Al aplicar este principio, el oponente del artista marcial se convierte en un maestro que revela las debilidades del estudiante.
  • Acomodación: tiene que ver con el hecho de ponerse nuevas metas después de cada logro. El estudiante de artes marciales reconoce que el crecimiento es gradual y lleva tiempo. Las prisas nos ponen en riesgo de fracasar.
  • Equilibrio: el alumno no se mueve ni demasiado rápido ni demasiado lento; no es ni agresivo ni pasivo. Acepta la realidad tanto de los días buenos como de los malos, lo que le ayuda a lograr un equilibrio en la vida.
  • Orden natural: muchos procesos naturales tienen un orden; por ejemplo, el verano siempre sigue a la primavera. Del mismo modo, el artista marcial reconoce que el progreso no se puede apresurar y aprende a no obligar a su cuerpo a realizar más de lo que es capaz.

Como ves, nuestras disciplinas favoritas poseen un significado mucho más profundo de lo que parece. En Warriors Barcelona tenemos todo esto en mente y procuramos transmitirlo tanto en nuestras clases para niños como para adultos ¡Ven a comprobarlo!

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